Publicado: 4 de Noviembre de 2015
El tratamiento del SDC va a incluir medidas higiénico-dietéticas y terapia farmacológica. En este último caso la posibilidad de comenzar un tratamiento farmacológico ha de ser valorado por nuestro veterinario, y si tenemos la opción, acudir a un veterinario especializado en etología clínica que podrá valorar con más precisión el problema y decidir cómo actuar al respecto.
Medidas higiénico-dietéticas:
· Antioxidantes en forma de vitaminas del grupo B, C y E.
· Ácidos grasos de cadena media y omega 3. Algunos piensos para perros senior incluyen suplementos en este tipo de ácidos grasos.
· L-Carnitina.
· Gimko biloba.
· Uso de difusores de feromonas.
· Mejora del entorno: Debemos adaptar nuestro hogar a las necesidades de nuestro perro anciano. Procuraremos:
Fácil acceso a recursos básicos como comida, agua, eliminación (orina y heces) o descanso (evitar escalones, lugares donde puedan ser molestados o interrumpidos en su descanso, etc.).
Colocar lavanda o esencia de la misma en su lugar de descanso. Le ayudará a encontrar ese lugar y le aportará tranquilidad para descansar.
Marcar caminos en la casa cambiando la textura del suelo (mantas, alfombras, etc) que le dirijan a los distintos lugares a los que puede necesitar ir (comida, descanso, etc.)
Evitar que sea molestado por otros animales (si convive con más) o personas, especialmente niños. Debemos hacernos y hacerles conscientes de lo que le está sucediendo a nuestro perro anciano y lo importante que es la tranquilidad y el descanso para él.
Ejercicio. Es muy importante que en la medida de lo posible (en muchas ocasiones aparecen patologías óseas que producen dolor y dificultan el movimiento o cardíacas que aumentan la fatiga y disminuyen la actividad) mantener un mínimo de ejercicio en forma de paseos tranquilos, ya que favorece la circulación sanguínea y la producción de serotonina.
Hacer que los cambios sean graduales en la casa si esto fuese necesario, incluso posponer obras. Debemos recordar y tener bien presente que la capacidad de adaptación de nuestro amigo está disminuida y estos cambios pueden ser un factor altamente estresante para ellos.
En cuanto a la terapia farmacológica, ha de ser valorada y prescrita por un veterinario, a poder ser especialista en etología.
El objetivo de la utilización de fármacos es reponer neurotransmisores que se ven afectados por la enfermedad, dar apoyo y/o mejorar la circulación sanguínea al cerebro y ayudar a recuperar el sueño nocturno.
Al igual que en las personas, el avance de la medicina veterinaria así como la atención y cuidados que proporcionamos a nuestros perros hacen que la esperanza de vida para ellos haya aumentado, y por ello la prevalencia de enfermedades asociadas a la edad va también en aumento.