Publicado: 3 de Noviembre de 2015
La lipidosis hepática felina es un cúmulo de grasa en el hígado que impide el funcionamiento de este órgano. Dicho trastorno afecta principalmente a los gatos obesos y puede ser mortal.
La lipidosis hepática aparece cuando un gato obeso deja de comer. Sus síntomas son vómitos y una rápida pérdida de peso, pero también la pérdida de masa muscular, ya que el organismo no recibe las suficientes proteínas para la renovación de la musculatura corporal.
Tras días o semanas de anorexia, el hígado deja de funcionar bruscamente y aparecen síntomas de lipidosis hepática: mirada perdida y salivación excesiva, seguidos, al cabo de unos días, de coma y, después, de la muerte del animal.
El tratamiento es esencialmente de tipo nutricional, por lo que la primera medida es proporcionar alimento al gato, pero como está completamente inapetente y no hay que forzarle, se debe recurrir a la colocación de unasonda para administrarle el alimento, al menos hasta que recupere el apetito. Esto suele ocurrir generalmente a las dos o tres semanas, y a partir de este momento tendrá que recibir numerosas tomas pero de pequeña cantidad.
El pronóstico es favorable si se detecta precozmente y siempre que se respeten las pautas nutricionales indicadas por el veterinario.
Extraído de: Royal Canin