Publicado: 28 de Junio de 2016
Cuando un perro entra a formar parte de nuestra vida, lo hace también de nuestras costumbres y de nuestra casa. El problema aparece cuando tenemos que dejarlo solo en ella porque debemos ir a trabajar o una quedada. Es nuestra labor enseñarle a estar calmado en esos momento.
Al principio asumimos que, hasta que se acostumbre, es normal que muerda muebles, vacíe papeleras o no pare de llorar pero son reacciones que no debería tener. A los perros no les gusta quedarse solos, son animales sociales que viven en grupo, por lo tanto hay que enseñarles a que vean la soledad como algo normal y no como un castigo. ¿Qué pasos debemos seguir para conseguir esto?
· Lo primero es imitar el comportamiento que haría su madre en el proceso del destete. No solo les enseña a comer otras cosas, si no que les lanza a ser más independientes. Si nota que alguno no se despega de ella no le hace caso, lleva a cabo un trabajo de desapego. Por eso, si nosotros le damos mucho cariño a un cachorro, le estaremos provocando un hiper apego que hará que no tolere el quedarse solo.
· Las primeras veces que nos vayamos es mejor no dejarles solos muchas horas. Hay que hacer salidas graduales: las primeras abrimos la puerta y la volvemos a cerrar, después salir unos segundos… No hablamos de superar la media hora, porque con esos tiempos cortos el animal asociará la salida con la llegada. Sabrá que siempre que te vas vuelves.
· Debemos acomodarle un lugar para él cuando llegan a casa, así, cuando nos vayamos, le dejaremos tranquilo en suzona de confort.
· Podemos dejarle algún juguete, que le ayudará a desfogar su energía aunque estén solos. Un juguete, música, una prenda vuestra… Pero que sea algo que no le dejemos específicamente en el momento de la salida porque asociará.
Si seguís estas pautas del etólogo Pablo Hernández y las acompañáis de productos que les hagan sentir bien os sorprenderéis de lo tranquilo que estará cuando vuelvas a casa. ¡Haced la prueba!