Publicado: 21 de Diciembre de 2015
El gato duerme un gran número de horas durante el día, eso lo sabemos todos los que compartimos nuestra vida con uno de ellos. Según los estudios realizados, un gato puede dormir una media de 17 horas al día. Esta cantidad puede variar según el tipo de vida del gato, ya que uno que vive solo suele dormir más tiempo que el que convive acompañado por otro de su especie. Sin embargo, también influye su edad, tanto es así que un gatito muy pequeño puede estar dormido el 90 por ciento del día.
A pesar de que un gato pueda estar durmiendo muchas horas al día, no todas ellas está profundamente dormido, sino que casi tres horas de cada cuatro las pasa en un sueño ligero, de unos pocos minutos de duración y entre los que cambia de postura. Además, puede estar sentado durante uno de estos sueños ligeros, lo que sorprende dada la acusada relajación muscular que experimenta.
El gato duerme profundamente solo una de cada cuatro horas, período en el que, como nosotros, tiene movimientos rápidos de los ojos, que suele hacer con los párpados cerrados. Durante esa fase de sueño profundo, el cerebro del gato permanece tan activo como cuando está despierto, pero las pocas evidencias de que los gatos sueñan son externas: además de los citados movimientos de los ojos, también está el de las zarpas, el de las orejas, el de los bigotes y, muy a menudo, el de la boca, que pueden acompañar con suaves vocalizaciones.
Si es importante el tiempo que el gato pasa durmiendo, no lo es menos el lugar donde lo hace. Por ello, un gato suele elegir lugares tranquilos para dormir, donde se siente cómodo y seguro; además, generalmente son muy cálidos, entre otras cosas porque su temperatura corporal baja. No obstante, no son raras las ocasiones en que el gato elige sitios “imposibles” para dormir.
Independientemente del lugar elegido, es fundamental molestar al gato lo menos posible mientras duerme, de lo contrario su salud y su equilibrio emocional se verán afectados.
Extraído de: Royal Canin