Publicado: 5 de Agosto de 2016
Controlar los parásitos externos muchas veces no es solo por el mismo parasito: o pulgas o garrapatas o piojos, sino que el problema principal radica en las enfermedades que estos transmiten a nuestros perros. Una de estas enfermedades es la ehrliquiosis, protozoo que trasmiten las garrapatas.
Con la llegada del buen tiempo empiezan los paseos por los bosques de matorrales frondosos pero cargados de parásitos. Las garrapatas se esperan agazapadas en los matorrales y cuando detectan el paso de algún animal saltan sobre él y se adhieren a su piel para alimentase de su sangre.
Para poder aspirar sangre la garrapata, como todos los animales hematófagos, inoculan saliva con anticoagulante. Esta saliva es la responsable del hinchazón y el picor que provocan las picaduras de artrópodos al provocar reacciones inmunitarias.
Con la saliva la garrapata inocula a nuestra mascota un protozoo llamado ehriquia canis. Este protozoo infecta las células sanguíneas provocando anemia severa por afectación del sistema de coagulación. Los primeros síntomas son poco específicos como apatía, fiebre, pérdida de apetito y adelgazamiento.
Detección y tratamiento de la Ehrilquiosiois canina
El tratamiento de esta infestación consiste en antibióticos durante un mes y tiene un buen pronóstico. El diagnóstico precoz de esta enfermedad, entonces, nos garantiza su curación.
Para poder hacer el diagnóstico completo de la Ehrilquiosiois se recomienda un test de fácil realización en las consultas veterinarias y de resultado muy viable. Con una pequeña muestra de sangre y un coste nada alto podemos diagnosticar y tratar de forma precoz y eficaz esta infestación.
Hay otros protozoos también trasmitidos por garrapatas: la babesia y otras ricketsias. Esto nos lleva a recomendar la prevención de infestación de garrapatas con pipetas o collares específicos para estas y la realización del test de enrliquia y ricketsias en caso de haber detectado alguna garrapata en nuestra mascota.