Publicado: 9 de Mayo de 2016
Todos sabemos lo difícil que se hace convencer a la mayoría de los perros a que entren en el baño, y más aún que se metan en la ducha, lavabo o barreño para el bath time, la hora del baño, pero este momento juega un importante rol en la salud de la piel y el pelaje de nuestro can, porque ayuda a mantenerles libres de parásitos y de ciertas enfermedades desmatológicas. Y por supuesto, está el hecho de que después del baño da gusto tocarle, mirarle y, sobre todo, ¡olerle!.. Bueno, justo después del baño no, pero una vez seco huele genial.
¿Cada cuánto debemos lavar al perro?
Ellos no necesitan ducharse tan frecuentemente como nosotros pero sí deben tener una rutina de lavados mensuales. Al menos una vez al mes, dependiendo, claro, del estilo de vida que llevéis y del tipo de pelaje de tu animal. Por ejemplo, los perros con pelo graso como el basset puede que precisen más de una vez al mes y aquellos de pelo corto y liso, como los beagles pueden pasar un poco más de tiempo sin bañarse.
Como decimos también dependerá de vuestras circunstancias: si os gusta ir a un pantano muy a menudo o hacer senderismo en boscosas montañas necesitará una buena limpieza después.
¿Dónde lo lavo?
Si eres propietario de un perro tamaño toy lo tienes fácil, lo coges y al lavabo, pero si tu peludo no cabe en él lo mejor es la ducha o bañera. Una bañera portátil para tu animal también es buena opción.
En verano puedes hacerlo en el jardín de tu casa, si eres afortunado de tenerlo, o en la terraza. ¡Les vendrá genial refrescarse!
La hora de la verdad
Una vez estés preparado para ponerte manos a la obra (con o sin la cooperación de tu peludo), aquí van los siguientes pasos:
- Cepilla a tu perro antes del baño. Los enredos pueden retener el agua, así que cerciórate de que los haces desaparecer (si están imposibles, córtalos con un cortapelos para perros).
- Vigila en todo momento que el agua no entra a los oídos, podría provocarle infecciones y todos sabemos lo que duele eso…
- Utiliza agua tibia. La piel de nuestro can es diferente a la nuestra y si pones una temperatura caliente al agua, puede quemarles. Ponla incluso más fresca si tu perro es de tamaño grande.
- Mientras estás bañándole háblale con voz calmada y tranquilizadora. Necesita saber que no es un castigo que, aunque le incomode el agua, no es que quieras hacerle algo malo… Así lo verá de manera diferente con el paso del tiempo y no se esconderá cada vez que coges su toalla.
- Usa un champú idóneo para su tipo de piel y pelaje, siempre y solo champú para perro, puedes encontrar una gran variedad en nuestra tienda. Masajea con él todo el cuerpo de tu peludo, teniendo cuidado en la zona de los ojos y los oídos.
- Enjuágalo bien. Si queda algún resto de jabón en su cuerpo podría provocarle irritaciones así que enjuaga, enjuaga y vuelve a enjuagar hasta que notes esa “dureza” a limpio que sientes cuando te lo lavas tú, ¿sabes a lo que nos referimos?
- Sécalo al aire. El aire de tu secador es demasiado caliente para la piel del peludo. Frótale bien con la toalla y deja que se seque “al aire”.
- Después del secado, cepíllale bien con un cepillo especial, sobre todo si tiene el pelo largo.
- Échale una colonia para perros. Son antiparasitarias y le dejarán un olor estupendo.
Cuando todo el proceso haya acabado recompénsale por lo bien que se aportado y la paciencia que ha tenido aguantándote. Dale una chuche, sigue con los elogios y juega con él, pero ¡en una zona limpia!