Publicado: 30 de Noviembre de 2015
Este tipo de padecimiento denominado dilatación o torsión gástrica es uno de los males que más temen los dueños de perros grandes y pecho hondo ya que al parecer son los más susceptibles a esta enfermedad pero lo cierto es que cualquier perro se puede ver afectado si no lleva una vida con una correcta nutrición.
La torsión gástrica es una distensión aguda del estómago donde este puede llegar a torcerse sobre sí mismo ya que el estómago del perro está sujeto de dos ligamentos que pueden estar débiles para sostenerlo y cualquier cambio brusco lo puede llevar a esta situación por esto el perro no puede descargar el contenido del estómago ya que se encuentra torcido en ambos extremos y cuando el estómago gira sobre sí mismo se interrumpe la circulación sanguínea en ambos sentidos lo cual hace que los demás órganos se vean afectados poniendo en riesgo la vida del perro. Lastimosamente aún no se sabe a ciencia cierta que produce esta enfermedad aunque se hayan realizado muchas investigaciones respecto al tema.
Un síntoma notable de dicho padecimiento es la hinchazón del estómago el cual progresará hasta la torsión gástrica que en caso de no tratarse a tiempo puede llevar a la necesidad de una intervención quirúrgica y en casos desafortunados a la muerte.
Este mal se identifica fácilmente debido a una serie de síntomas que empiezan a aparecer y podrás darte cuenta que algo raro está pasando con tu peludo. Tu perro puede empezar a mostrarse algo inquieto, con gases o eructos, se queja mucho, tiene espasmos abdominales, con intento de vomito pero lo que hace es botar mucha saliva espumosa, luego el abdomen se pone muy duro, hinchado y timpánico (suena como tambor).
Si notas a tu perro con estos síntomas debes ir inmediatamente al veterinario ya que en pocas horas el animal puede entrar en shock, coma irreversible y finalmente morir. El veterinario deberá estabilizar al animal colocando líquidos intravenosos, si es posible harán un lavado de estómago para descomprimirlo y en caso de no poder realizarlo harán una punción con una aguja a través de la pared del abdomen y así llegar hasta el estómago. Cuando ya se ha superado esta etapa se deberá operar al animal para unir el estómago al colon y así limitar el movimiento. En casos donde los perros no soportan anestesia prolongada se deberá posponer la cirugía y lo que se hará es abrir el estómago para vaciar su contenido.
En caso de que tu perro haya sido intervenido por este mal, no olvides seguir muy bien las recomendaciones veterinarias para evitar complicaciones postquirúrgicas como la peritonitis.
Aunque no conocemos las causas de este padecimiento nosotros debemos ayudar a que nuestra mascota viva una vida saludable para que no se vea afectado por esta enfermedad.
Se presenta con mayor frecuencia en perros como el Borzoi, Ovejero Alemán, Basset Hound, Teckel, Pequinés, Dogo Alemán, San Bernardo, y Setter Irlandés.
Debemos establecer horarios de comida y fraccionarla para que no ingiera en grandes cantidades y sobre todo no alimentarlo tarde en la noche. Así como evitar que nuestro perro realice ejercicio o actividad física tres horas después de comer y una hora antes. Si a la hora de comer tu perro está muy estresado o alterado primero trata de calmarlo para que no ingiera el alimento muy rápido y dale porciones pequeñas.
Vigila muy bien a los perros que tengan tendencia a vomitar seguido o que ya hayan tenido este tipo de padecimiento, no olvides alimentarlos en un ambiente tranquilo y separado de los demás miembros de la manada con el fin de evitar que ingiera aire con las comidas. Es muy importante que no consuma grandes cantidades de agua en una sola oportunidad y si vas a sacarlo en auto hazlo en ayunas.
Recuerda que la mejor manera de reducir el riesgo es que nuestro perro tenga una correcta nutrición y buenos hábitos de alimentación aunque lamentablemente no sea un método totalmente efectivo.