Publicado: 27 de Marzo de 2016
La mayoría de las intoxicaciones padecidas por nuestros animales de compañía suceden dentro del ambiente donde viven.
. El tratamiento de un animal intoxicado se basa en las siguientes actuaciones:
- Estabilizar los signos vitales.
- Evaluar al paciente.
- Prevenir la absorción del tóxico.
- Administrar un antídoto (si existe).
- Facilitar la excreción del tóxico absorbido.
- Tratamiento de mantenimiento y monitorización.
· La intoxicación por Cannabis (hachís o marihuana) se produce en animales de compañía por ingestión accidental del producto dejado a su alcance; produce efectos alucinógenos: comportamiento extraño y rápidamente cambiante, desorientación, agresividad e hiperactividad…
Dependiendo de la cantidad puede provocar vómitos, salivación, temblores, abatimiento, depresión respiratoria e incluso coma y muerte.
· Las lejías representan la sustancia cáustica más frecuente en las intoxicaciones de perros. La gravedad de la intoxicación depende del pH, de la concentración del producto, del volumen ingerido, de la duración del contacto y del grado de llenado del estómago.
El tratamiento de urgencia, antes de acudir al veterinario, consiste en la dilución rápida mediante la ingestión de leche o agua. Nunca se debe provocar el vómito.
· La intoxicación por plantas se produce en un 95% de los casos por especies presentes en las casas. El uso cada vez más frecuente de plantas ornamentales exóticas, de propiedades toxicológicas desconocidas, empeora la situación.
El 4% de las intoxicaciones padecidas por perros se deben a intoxicaciones por plantas; generalmente se observa en cachorros que juegan con ellas, o en adultos con patologías de ansiedad.
Entre las plantas tóxicas más conocidas están: Aceite de palo, Apocino, Caladio, Falsa palmera sagú, Junco mudo, Digital púrpura, Jacinto, Narciso atrompetado, Adelfa, Hiedra, Filodendro, Azaleas, Rododendros, Planta serpiente, Lengua de suegra, Tejo japonés…
. La procesionaria del pino (Thaumatopoea pityocampa) es una oruga que parasita las coníferas; están recubiertas de pelos urticantes que contienen Taumatopeína, una sustancia capaz de provocar una importante liberación de histamina al ponerse en contacto con la piel o las mucosas del animal. En los perros suelen producir angioedema y eritema de labios, lengua y mucosa oral; en casos graves puede llegar a producir necrosis de la zona con perdidas importantes de tejidos.
· Existen muchos productos en el hogar que pueden parecer causa de posibles intoxicaciones, pero que en realidad no afectan de forma grave al animal tras su ingestión (como mucho una obstrucción mecánica al tragar los embalajes de los productos, o por ingerir grandes cantidades de los mismos); entre ellos están: sacarina, papel higiénico, barras de labios, tiza, chocolate, plastilina, periódicos…