Publicado: 13 de Marzo de 2016
Podríamos decir que las dermatofitosis del gato son aquellas infecciones producidas por ciertos hongos y que producen lesiones superficiales en la piel del animal.
Entre los hongos causantes de dicha patología dermatológica tenemos a los Microsporum, a los Trichophyton y a lo Epidermophyton. La predisposición por el asentamiento, vida y multiplicación, de dichos agentes patógenos sobre el estrato córneo de la piel y dentro de la queratina de los pelos y de las uñas, son la principal causa del desarrollo de la enfermedad.
Estamos ante una patología de difícil erradicación en colectivos de gatos, un problema que puede transmitirse del felino a otras especies y al hombre… por ello es conveniente que conozcamos a fondo el problema y sus posibles soluciones.
LAS CAUSAS, EL CONTAGIO…
Como decíamos al principio, uno de los agentes causales de la dermatofitosis del gato son los hongos Microsporum; dentro de ellos, el Microsporun canis es el dermatofito más frecuente en los orígenes del problema en nuestros gatos; debemos tener muy en cuenta que este hongo no forma parte de la flora micológica habitual de la piel del gato.
Pero también, aunque con menor frecuencia, podemos encontrar como causa de la patología a distintas especies de Tricophyton; estos casos suelen producirse tras el contacto del gato con los roedores que suelen ser portadores asintomáticos de la enfermedad; también tras el contacto con caballos (u otros équidos) y bóvidos.
Uno de los casos más curiosos de contagio es el que se produce del hombre al gato debido a otro tipo de Tricophyton: Tricophyton rubrum, responsable de la tinea pedis (pie de atleta) en el hombre; esta “original” forma de contagio se produce por el contacto directo del animal con los pies del propietario o por el contacto del animal con superficies u objetos que hayan estado en contacto con el pie del propietario (suelo, calzado, ropa…).
La parte contaminante del hongo, y más concretamente de las hifas del hongo, son lasartrosporas, que se forman por la fragmentación de las hifas fúngicas.
Los felinos pueden contaminarse por el contacto directo con un animal infectado y portador de artrosporas, o por la transmisión de los elementos contaminantes a través del aire o ciertos objetos (cepillos, cardas, peines, collares, juguetes, mantas, transportines…). Las artrosporas pueden llegar a mantenerse con capacidad infectante durante mucho tiempo (meses) en el ambiente.
DESARROLLO DE LA ENFERMEDAD
Para que la enfermedad llegue a desarrollarse existen una serie de factores que podemos clasificar en:
- Factores predisponentes: para que una artrospora que alcanza la piel y el pelo de un gato sano produzca el problema, es “recomendable” que se den alguno de los siguientes condicionantes:
. Hábitos de limpieza: todos conocemos la especial dedicación del felino por su higiene personal; aparte de mantener su piel y su pelo en “perfecto estado de revista”, el lamido y acicalado también consiguen mantener libre de ciertos agentes patógenos al animal; en el caso de los dermatofitos, el lamido y acicalado previene la aparición del problema en gran medida; la acción mecánica de la lengua y de las patas sobre las partículas infectantes es la razón de la prevención.
Los gatos muy pequeños (recién separados de la madre) que no son capaces de lavarse correctamente suelen presentar lesiones en la cara, una zona poco frecuentada por los cachorros en sus rutinas de lavado.
Por otra parte, los gatos de pelo largo suelen presentar más problemas que los de pelo corto ya que su lavado es menos “profundo” que en el caso de los pelicortos, por lo que se favorece la “instalación” permanente de partículas infectivas.
Para finalizar este apartado debemos comentar que las artrosporas requieren de pequeñas lesiones en la piel para comenzar su “función”; la penetración de las artrosporas en la piel intacta es imposible, pero por desgracia para el animal siempre encuentran alguna zona con una, aunque sea mínima, lesión para hacer su “agosto”; las enfermedades cutáneas previas, otras infecciones parasitarias, heridas… son el foco deseado por los dermatofitos para comenzar su infestación.
. Hidratación: una correcta o aumentada hidratación de la piel, así como zonas húmedas son territorios favorables para le desarrollo de los dermatofitos; por el contrario las zonas dérmicas en perfecto estado del animal (óptimo estado de hidratación, piel no húmeda, con correcta producción de las glándulas sebáceas…) evitan el desarrollo de los dermatofitos.
Por lo anteriormente comentado podemos confirmar que los excesivos baños (mayor humedad, eliminación de secreciones sebáceas, erosión…) y un exceso de celo en la higiene del animal favorece la aparición de dermatofitosis.
Los baños de sol, por el contrario, inhiben la germinación de las artrosporas.
- Factores de riesgo: entre los factores de riesgo para el padecimiento de dermatofitosis incluiremos la edad (mayor predisposición a mayor edad), la incorrecta alimentación, la presencia de parásitos externos, las patologías sistémicas y los animales que viven en colectividades (criaderos).